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Sombras Innistrad: Juegos

Durante la ausencia de Avacyn, dos hermanos trastornados y siniestros llevaron a cabo su mayor fechoría. La nigromante Gisa reanimó una horda de necrófagos, mientras que su hermano Geralf, un skaberen experto, creó su propio ejército de skaabs: cadáveres tambaleantes compuestos de partes de cuerpos ensambladas. Con intención de superarse mutuamente en su demencial rivalidad fraternal, Gisa y Geralf sitiaron la ciudad de Thraben con sus legiones de zombies y enviaron oleada tras oleada de criaturas impías contra la ciudad sagrada. Cientos de civiles y cátaros fallecieron defendiendo Thraben y el líder de la iglesia de Avacyn, el Lunarca Mikaeus, fue asesinado antes de que Thalia, la guardiana de Thraben, consiguiera repeler la invasión. Odric, uno de los campeones de la iglesia, consiguió capturar a Gisa y encerrarla en el presidio del Jinete. Sin embargo, la rivalidad entre Gisa y Geralf no será fácil de contener.


Estimado Ludevic de Ulm:
Confío en que esta carta llegará a sus manos sin incidentes; al fin y al cabo, los skaabs son mensajeros más fiables que los jinetes. Creo que nuestro último encuentro tuvo lugar hace años, en una de las fiestas de mis progenitores. Recuerdo con tedio las ocasiones en las que me obligaban a tocar el clavecín delante de los adultos, mientras mi detestable hermana cantaba para impresionar a los invitados. Cuántas veladas pasé deseoso de sentarme entre los más admirables magos de nuestros tiempos, y no en una decrépita banqueta para músicos. Usted siempre gozó de una gran reputación en el círculo social de mi madre y vuestro talento y celebridad hicieron que fueseis el maestro que siempre ansié tener de niño. Han pasado muchos años desde entonces y, entretanto, ¡me he convertido en un suturador respetado!
Hoy en día soy bastante famoso y supongo que habrá tenido noticia usted de mi intrépida y, en líneas generales, fructífera invasión de Thraben. Evité que me capturasen gracias a mi agilidad de pensamiento y mi escasa estatura, tras lo cual regresé a mi laboratorio en Trostad, o en lo que queda de ella. Desde entonces he reanudado mi empeño en expandir mis conocimientos y habilidades. Como practicante del arte de la alquimia, esperaba que usted pudiera proporcionarme una ayuda muy necesaria para profundizar en el arte de la fabricación nigromántica como nadie ha hecho jamás.
¿Sería mucho pedir que compartiese conmigo cualquier tratado sobre alquimia que considere relevante para mis estudios? Necesito un mentor y creo que no hay nadie más capacitado que usted para ayudarme en aras de la inventiva y la innovación. ¿Cuál es vuestro método predilecto para evitar la descomposición o el avance de la necrosis tras haber revivido un cuerpo? ¿Contribuiría la adición de un segundo hígado a mejorar el control de toxinas en el metabolismo? ¿Cuál es su método predilecto de animación vía transmutación elemental? ¿Conoce usted las técnicas de Delia Davison para la extracción cerebral en pacientes vivos? ¡Aguardaré su respuesta con gran expectación!
Atentamente,
Geralf Cecani

Comandante Odric:
Me dirijo a usted con malas nuevas y gran pesar. El transporte procedente del presidio del Jinete ha sido atacado esta mañana por una oleada de skaabs.
Los soldados a mis órdenes escoltaban a la prisionera Gisa Cecani a Thraben para ejecutar su castigo. Aunque la carretera que conduce a la ciudad suele estar bastante transitada y tiende a ser segura, seguí vuestras instrucciones y tripliqué los efectivos de la guardia. El amanecer era neblinoso y gris, nada fuera de lo normal en esta región de Gavony. Cuando los primeros rayos de luz asomaron en el horizonte, sufrimos el asalto repentino de unos skaabs abominables y violentos. Luchamos valientemente para defender la caravana, pero la malicia y el tesón de aquellas criaturas era abrumadora. Un cuarto de nuestras fuerzas ha muerto a pesar de los refuerzos adicionales y la prisionera ha debido de escapar en medio del caos.
Aquellos skaabs parecían distintos de los que he visto en el pasado. Eran veloces, con muchas extremidades, como si su creador estuviera poniendo a prueba una nueva fórmula en su horrible creación. Mis tropas no tenían muchas posibilidades contra ellos.
Le escribo desde un refugio seguro en las colinas de Merwald. He sufrido heridas menores en el ataque y sospecho que la prisionera se dirige hacia la costa. Me saca medio día de ventaja, pero continúo la persecución.
Escribiré cuando haga nuevas averiguaciones.
—Capitana Grete

Geralf:
¡ADIVINA QUIÉN ACABA DE FUGARSE!
Tu queridísima hermana,
Gisa

Gisa:
Déjate de "adivina quién" si la respuesta eres tú, imbécil.
¿Por qué me escribes desde la antigua casa familiar? Creía que estaba en ruinas; es imposible que siga en pie después del accidente. Pensaba que regresarías a tu territorio una vez que estuvieras libre.
Geralf

Geralf:
Puede que vuelva a ser libre, pero no tengo palabras para expresar la vergüenza y la ira que sentí cuando me capturaron, hermano mío. Fui una tonta por fiarme de tu estúpido plan y una inepta por dejar que la guardia me capturase.
Parece que el destino intervino en mi huida del transporte que me llevaba a Thraben desde el presidio del Jinete. Estaba en un carruaje cubierto, esposada (hasta me habían amordazado), y de repente oí un estruendo espantoso en el exterior. Como nunca ignoro una oportunidad, pasé la cadena por debajo de los pies y abrí la puerta de un empujón para escapar entre la niebla con la poca dignidad que me quedaba. ¿Qué te parece? ¡Me fugué sin ayuda! Pero mi alegría fue breve y el malestar que siento ahora ha disipado la emoción de la huida.
Abandoné mi antiguo territorio antes de nuestro lamentable intento de arrasar Thraben, de modo que allí no me quedaba nada. Cuando conseguí quitarme la mordaza y las esposas, pensé que lo mejor sería volver a la antigua casa familiar de Nephalia. Los escombros se vienen abajo y todavía hay un ligero olor a humo, ceniza y bálsamos. Algunas habitaciones siguen siendo habitables, pero no me he atrevido a entrar en el estudio de Padre. Los restos del último altercado de nuestros padres aún cubren las paredes.
Todavía cargo con el peso de la culpa después de todo este tiempo. Para intentar desprenderme de él, he levantado a Mami y a Padre y les he pedido disculpas por lo que le hicimos a la casa. Qué alivio he sentido al decirles lo mucho que lamento el incendio y que ni tú ni yo teníamos intención de heredar el odio que ellos sentían la una por el otro. Les he hablado de mi fracaso en Thraben, de lo mucho que nos hemos distanciado tú y yo con los años y de mi humillación al acabar apresada y amordazada mientras tú te escabullías alegremente. No han respondido, por supuesto, pero la experiencia me ha resultado muy liberadora.
Dados estos acontecimientos recientes, me gustaría añadir un apéndice a nuestras leyes de la guerra nigromántica para prohibir el uso de familiares o mascotas en combate (estoy segura de que aún tienes los restos de Manchitas). Responde con una propuesta de fecha y lugar para nuestro próximo duelo.
Tu querida hermana,
Gisa

Gisa:
Has sido una auténtica irresponsable. Vuelve a dejar a Mami y Padre bajo tierra, donde deben estar.
Ahora me dedico a cosas mucho más importantes que la guerra nigromántica. Me alegra que te hayas fugado, pero está claro que eres demasiado estúpida como para reconocer mi ayuda cuando te la ofrezco. Por favor, no vuelvas a escribirme.
Geralf

Estimado Geralf:
Te devuelvo tu skaab junto con una selección de ensayos alquímicos. En ellos deberías encontrar las respuestas que buscas.
Si estás dispuesto, me complacerá darte mi proverbial amparo. Tu madre era una nigromante de gran talento y está claro que ha educado a un sucesor prodigioso. No dudes en seguir contactando conmigo en el futuro. Cualquier hijo de Gretchen Cecani es hijo mío.
Tu familia siempre ha tenido una actitud muy jovial en su pasión por las artes oscuras. ¡Regocijémonos en nuestro ingenio y embarquémonos en el mayor juego de la historia!
Ludevic

Estimado Ludevic:
Le agradezco su respuesta y estoy ansioso por escrutar los textos glosados que me ha proporcionado.
No obstante, preferiría evitar las frivolidades cuando debatamos sobre nuestro oficio.
Estoy sumamente harto de juegos.
Geralf

Querido Payaso Tejecables:
¡¿Irresponsable?! ¡No me ladres como si fuese una cría! Soy una de los llamamuertos más prodigiosos de nuestros tiempos y soy capaz de hacer proezas con las que tú solo puedes soñar (¡te he oído intentando silbar y dabas pena!). Piensas que eres demasiado bueno para la guerra nigromántica, pero sé que en realidad crees que no puedo salir adelante sin depender de ti.
Gisa
P.D.: Voy a esforzarme por recordar todos tus motes favoritos. Esto es una Contienda Oficial.

Comandante Odric:
He seguido el rastro de Gisa durante un tiempo y la he encontrado en Nephalia. Se ha establecido en las ruinas de una mansión antigua. La vigilo desde lejos y aguardo refuerzos para capturarla de nuevo.
Este lugar me inquieta cada vez más. Mi brújula ha empezado a funcionar de manera extraña: la aguja gira sin control y cada poco tiempo señala bruscamente hacia una dirección completamente opuesta a la normal. El aire parece cargado, como si se avecinara una tormenta, aunque no hay indicios de ello en el cielo. Ignoro por qué estos fenómenos van en aumento, pero nunca he visto algo semejante.
Otro asunto mucho más peligroso capta mi atención. Creo que Gisa ha reanudado sus llamadas. Hay un elevado movimiento de necrófagos y he estado a punto de caer en muchas tumbas vacías durante mi viaje por la costa de Nephalia. Nunca he presenciado cómo trabaja un nigromante, pero ahora puedo asegurar que he oído a una. Sus silbidos sobrenaturales llenan la niebla nocturna. Son como trinos que me revuelven el estómago y me ponen los pelos de punta. No hay luces ni destellos; la magia de Gisa es una canción de maníaca que se entrelaza con el sonido de las olas, penetrando en la fría arena y levantando a los muertos de su letargo. Ahora comprendo por qué nos ordenó que la amordazáramos.
Lo más inquietante es la calma de los necrófagos. Los muertos vivientes que escuchan la canción no luchan ni se tambalean ni actúan con violencia. Tan solo caminan hacia su directora. Parece que la llamada tiene un propósito, como si esos monstruos fueran herramientas para realizar una tarea que desconozco.
La situación se vuelve más insegura a cada noche que pasa. Aguardaré nuevas instrucciones antes de perseguir a la llamamuertos.
—Capitana Grete

Querido Sastre de las Salchichas:
¡TENGO UNA AMIGA! ¡Y es de mi edad! Bueno, ¡eso creo!
Tiene cara de que necesita comer más verdura y carne roja, pero creo que está bien para ser mi primera amiga. La conocí mientras sacaba a Mami a pasear (Padre vuelve a estar bajo tierra). Se acercó a nosotras sin miedo alguno, miró a Mami de arriba abajo y me preguntó si yo la había levantado de entre los muertos. Me enorgulleció decirle que sí y ella sonrió con educación y me preguntó si podría volver a hacerlo fácilmente. ¡Qué simpática! Le asentí con cortesía y entonces llamé a cinco necrófagos y la mitad de un caballo delante de sus narices.
En cuanto salieron del suelo, la mujer desenvainó una espada tremenda y cortó en cachitos a muchos de mis zombies. Entonces me mostró una sonrisa de oreja a oreja y supe de inmediato que estábamos destinadas a ser grandes amigas.
Se llama Nahiri, es muy lista y le interesa mucho mi trabajo. Le enseñé cómo hay que silbar para conseguir que los muertos te obedezcan. Mi talento le hizo mucha gracia y dijo que a ella probablemente no se le daría muy bien, pero parecía muy interesada en saber qué más puedo hacer con mis habilidades. Desde entonces he vuelto a llamar y ¡me parece más maravilloso que nunca!
En fin, pues eso es todo. Tú sigue haciendo pespuntes y punto de cruz, ¡porque ahora tengo una nueva compañera y no te necesito para nada!
Gisa

Querido Bordador de Carne:
¿Por qué no respondes a mis cartas? Tú te has echado novia, ¿a que sí?
Gisa

Gisa:
Haz el favor de no sacar el tema. ¡Lili nunca ha sido mi novia! Se llevó el cuerpo de Mikaeus durante el asalto a Thraben y luego desapareció. No he vuelto a verla desde entonces. Es una mujer horrible y la odio.
Igual que a ti. Deja de llamarme por esos ridículos motes y dame las gracias de una vez por haberte ayudado a escapar.
Te envío un regalo: un pie inflamado por la gota. Me ha recordado a tu personalidad.
Geralf

Capitana Grete:
Otros soldados destinados en Nephalia han informado sobre la construcción de una estructura extraña en el litoral. No podrá enfrentarse sin ayuda a tantos muertos vivientes. Retírese DE INMEDIATO.
—Comandante Odric

Querido Costurero Canijo:
Nahiri se ha marchado por un tiempo, pero continúo trabajando. ¿A que es maravilloso? ¡Ahora soy una mujer productiva!
Cuando me paro a reflexionar sobre mi situación actual, pienso que ha sido una auténtica suerte haber conocido a mi nueva amiga. Sin Nahiri estaría perdida. He vendido mi antigua propiedad en el coto de guerra nigromántica y he destinado todos mis recursos a este nuevo cometido.
¡Mi amiga me ha pedido un ejército de obreros y se lo he procurado! No quería decirme para qué necesita los zombies, pero cuando le he preguntado si son para erigir un monumento en honor a nuestros talentos, ha levantado las cejas y ha asentido con mucho entusiasmo.
¿Te enteras? ¡Estamos construyendo un monumento a nuestra grandeza!
Nahiri es un gran apoyo para mí. Adora a mis necrófagos y creo que, si la ayudo lo suficiente, incluso me construirá un arma ideal para destriparte. Y sé que puede hacerlo: es muy buena con las rocas.
No tengo ni idea de lo que quieres decir con eso de "darte las gracias por haberme ayudado a escapar", pero seguro que solo intentas hurgar en mi cerebro, para variar. ¡Tus ridículos truquitos no van a funcionar!
Gisa

Gisa:
Esto ha ido demasiado lejos.
No quiero seguir jugando. Estoy a punto de terminar mi mayor creación y lo único que anhelo es que me dejes tranquilo.
Fui yo quien envió los skaabs contra la caravana para que te dieras a la fuga. Me tomé la molestia de organizar el ataque y no me lo has agradecido ni una sola vez.
¡¿Quién más en toda esta puñetera parroquia sería capaz de reanimar decenas de skaabs?! ¡¿Crees que tuviste la suerte de toparos por casualidad con las mismísimas creaciones con las que he labrado mi fama?!
Tu ignorancia es insultante y tu insistencia en aferrarte a nuestras costumbres infantiles me parece lamentable. Madura como he hecho yo, querida hermana. Solo quería ayudarte.
Geralf

Comandante Odric:
Nos replegamos. La Srta. Cecani ha montado en cólera. Mi patrulla corre peligro. Escribo desde las colinas de Merwald, pero regresaré a Thraben de inmediato. Rece por nuestra salvación y por un regreso seguro. Aún no nos sigue, pero la Srta. Cecani es capaz de cualquier cosa en su estado actual.
—Capitana Grete

Geralf:
Eres un bastardo arrogante, engreído e inmundo. ¡¿Cómo te atreves a dar por hecho que no podía fugarme por mí misma?!
He sido una imbécil por no darme cuenta antes de la verdad y no reconocer de dónde salieron aquellos skaabs. Pero ahórrate tu moral impertinente. Nunca he necesitado tu ayuda y jamás dependeré de que me rescates.
Mi nombre quedará inmortalizado en los libros de historia de esta tierra. ¡Las historias de mi poder y el de Nahiri perdurarán mientras nuestro monumento se alce firmemente en el mar! ¡Nuestro legado físico jamás tendrá parangón y nuestra gloria transformará todo Innistrad!
Todo eso ocurrirá, por supuesto, a su debido tiempo. Como puedes ver, he escogido una mensajera muy especial para entregarte esta carta. Supongo que no te incomodará ver a Mami. Al fin y al cabo, siempre te has parecido más a ella. Le he dado instrucciones para que te ayude en todo lo que le pidas... excepto si le pides que se marche.
¿Cómo te sientes cuando soy yo la que te ayuda? ¡¿A que agradeces que me entrometa en tus asuntos por pensar que no puedes valerte por ti mismo?! Tengo cosas más importantes que hacer con mi tiempo que preocuparme por ti. Mira a tu madre a los ojos y piensa en mí. Puesto que has tratado a tu propia hermana como a una cría que no puede arreglárselas sola, te he enviado a la única persona que siempre te recordará que eres un crío.
Espero que encuentres compasión entre lo que quede de los brazos de tu madre.
Gisa