Guia del Mundo de Tarkir (VII): Fate Reforged
| viernes, 1 de mayo de 2015 at 19:03:00
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Hace más de mil años, Tarkir era un lugar escabroso y plagado de peligros, tanto para los dragones como para los humanos.
Los cielos de Tarkir están repletos de dragones. Estas bestias nacen
de increíbles tormentas elementales, llenan los cielos con su aliento
destructivo y aterrorizan a los cinco clanes guerreros. Hay cinco
estirpes de dragones, que reciben el nombre de su líder superviviente
más grande y más anciano. Cada estirpe tiene un aspecto, un temperamento
y un aliento distintivos, pero todas son peligrosos enemigos para las
razas humanoides de Tarkir.
Los clanes de Tarkir
Aquí, en el pasado, los cinco clanes de Tarkir también existen. Se
enfrentan a los dragones en una guerra por la supervivencia, rezando por
ganar ventaja de alguna manera. Se entrenan como matadragones que
dedican su vida a defender a sus familias y a ellos mismos de estos
depredadores celestes.
Los clanes son los mismos que conocimos en Kans de Tarkir,
pero presentan diferencias importantes. Los clanes de esta era y sus
kans centran sus esfuerzos, ante todo, en luchar contra los dragones.
Las dinastías abzanas
El Tarkir del pasado es aún más peligroso que el del presente, porque
el mundo antiguo se encuentra bajo la amenaza constante de los
dragones. Los Abzan comprenden que necesitan trabajar juntos para
sobrevivir ante ellos y para resistir en el entorno
Los vínculos familiares son el núcleo de la sociedad abzana, y el
clan se enfrenta a todo aquel que pueda amenazar estos lazos. Los Abzan
honran a los espíritus de sus ancestros y valoran su linaje por encima
de todo. Además, adoptan a los huérfanos de guerra de los otros clanes y
los integran en sus filas como "krumar". Los mayores temores de un
miembro de la sociedad abzana son la deshonra y el exilio en las arenas.
Los Abzan han adoptado la escama del dragón como símbolo propio.
Metafóricamente, cada miembro del clan es una única escama y, cuando
todos se unen, forman una defensa impenetrable. En la guerra contra los
dragones, la escama también es un escudo, pero en sentido literal: los
soldados arrancan escamas de los dragones caídos y las incorporan a sus
armaduras para usarlas como protección.
Dagatar, el Inflexible, kan de los Abzan, se basa en la más
meticulosa estrategia para alcanzar sus fines. Analiza constantemente su
entorno, lo cual puede conferirle un aire distante. Monta un íbice
negro y viste una intrincada malla hecha de escamas de dragón. La cabeza
de su impresionante maza está tallada en un ámbar que encierra un
espíritu maléfico.
La sabiduría jeskai
Los Jeskai son expertos en artes marciales y místicos que buscan la
iluminación espiritual. Su riguroso entrenamiento de cuerpo y mente
comienza a una edad muy temprana y prosigue a lo largo de toda su vida.
Sin embargo, bajo la amenaza constante de los dragones, este
entrenamiento ha dado un giro defensivo.
En sus fortalezas aisladas, los Jeskai cultivan diversos estilos
místicos y varias escuelas de pensamiento. Los monjes humanos y efrit
guían a los jóvenes, mientras que los exploradores aven alertan de los
ataques de dragones y otras amenazas de las alturas. Por último, los
imperturbables djinn son un baluarte tanto en suelo firme como en los
cielos.
El símbolo de los Jeskai es el ojo del dragón, en representación
tanto de la iluminación como de la vigilancia. En combate, este clan
confía en la astucia y la estrategia, y utiliza armas flexibles que
enredan e inmovilizan a sus enemigos. Una de sus tácticas predilectas
para combatir a los dragones es atraparlos con cadenas y cuerdas con
pesos, para luego rematarlos arrojándoles jabalinas. Los guerreros más
valientes suben por las ataduras para enfrentarse a las bestias en
combate cuerpo a cuerpo.
Shu Yun, la Tempestad Silenciosa, es el líder de los Jeskai. Su
aspecto relativamente joven oculta el hecho de que es una de las
personas más ancianas de Tarkir. Es un guerrero extraordinariamente
hábil que domina todas las formas de combate conocidas por los Jeskai y
porta la marca del dragón de un guerrero de fuego fantasmal. Shu Yun
consagra su vida a mejorar las habilidades de combate de cada miembro
del clan.
En las catacumbas de los Ójutai, Shu Yun y sus discípulos recopilan
conocimientos secretos. Su cometido es lograr que esta sabiduría perdure
en el futuro de Tarkir, sea cual sea su destino.
El linaje sultai
Los decadentes Sultai gobiernan mediante la crueldad, la traición y
gracias a una legión siempre creciente de muertos vivientes a su
servicio. Los líderes del clan hicieron pactos con unos demonios
conocidos como ráksasa, con el fin de conservar su estatus privilegiado.
Aunque los naga inspiran respeto como temidos nigromantes, no son ellos
quienes dominan el clan.
Los Sultai utilizan hordas de muertos vivientes para llevar a cabo
tareas serviles y como carne de cañón barata en sus ejércitos. Las
torres de sus palacios y las copas de los árboles están custodiadas por
incansables vigías zombies, armados con redes para apresar a los
dragones que vuelen demasiado cerca. Los bosques que rodean los templos
sultai pueden transformarse mágicamente en barreras espinosas que
disparan púas emponzoñadas contra los invasores, y siempre hay soldados
vigilando, equipados con ballestas venenosas.
El símbolo de los Sultai es el colmillo del dragón, que representa su
presteza para atacar y ejecutar sus venenosos planes. El clan valora la
crueldad y no presta atención a la seguridad de las tropas, que pueden
ser sustituidas fácilmente por zombies... o servir como nuevos muertos
vivientes.
Tasigur, el Colmillo Dorado es el joven y consentido heredero de la
fortuna sultai. Es pálido y delgado, un hedonista que se recrea en los
placeres más crueles y que no se preocupa en absoluto por gobernar su
reino. Suele pasearse por palacio sobre una elegante plataforma portada
por zombies. Viste adornos de oro muy elaborados y empuña un látigo
largo de punta afilada que utiliza contra los demás cuando algo le
molesta o, sencillamente, cuando se aburre. Disfruta sobre todo
atormentando a sus enemigos de una forma particular: les envía a sus
familiares, convertidos en muertos vivientes, para atacarlos.
La horda mardu
Los Mardu son temibles guerreros que viven para la batalla. Realizan
constantes incursiones contra los otros clanes con oleadas estruendosas
de humanos, orcos, ogros y trasgos; aunque rara vez mantienen el
territorio que toman. La horda se rige por un despiadado código de
batalla y saquea los recursos que necesita en los territorios de otros
clanes. Aunque los Mardu llevan una vida errante, suelen reunirse en
grandes campamentos entre incursión e incursión.
Cuando alcanzan la mayoría de edad, los guerreros mardu se ponen a
prueba en un acto de honor brutal, que a menudo consiste en matar a un
enemigo en combate, para ganarse su "nombre bélico". Los guerreros más
intrépidos buscan la gloria convirtiéndose en matadragones. Estos
cazadores son expertos en subir colinas, para luego saltar sobre las
bestias y acabar con ellas asestándoles tajos en el cuello o en las
alas. Estas hazañas requieren enormes dosis de valor, habilidad y
suerte; por lo que la mayoría de aspirantes a matadragones mueren en el
intento.
Los Mardu adoptan el símbolo del ala del dragón, que representa su
velocidad en la batalla. Las tropas incursoras mardu utilizan tácticas
salvajes, arqueros infalibles y magia de combate brutal para asegurar
una victoria rápida.
Aunque Alesha solo tiene diecinueve años, es el kan de los Mardu y
también una experta amazona, una arquera habilidosa y una maestra con la
espada. Empuña una pesada hoja con la que se lanza sin miedo al combate
mano a mano. Alesha desprecia a los dragones, a los que considera
simples alimañas, y desafía a sus enemigos a enfrentarse a ella en
combate.
La frontera temur
Los Temur valoran la fuerza, la ferocidad y la independencia entre
sus filas. Excavan refugios para el clan en la inhóspita cadena
montañosa de Qal Sisma y con frecuencia se aventuran a salir de esos
campamentos para cazar, actividad a la que dedican la mayor parte del
año.
Los Temur viven en armonía con el orden natural de Tarkir. Su
sustento procede principalmente de los frutos de la tierra y rara vez
invaden a otros clanes. Aunque sus tierras son frías y hostiles, los
Temur están bien preparados para sobrevivir en territorio salvaje. Sus
videntes, conocidos como susurradores, tienen la capacidad de hablar con
los espíritus de la naturaleza y los elementales, además de comunicarse
entre ellos para alertarse de las amenazas y decidir cuál será la mejor
forma de proceder. En consecuencia, los susurradores gozan de un gran
reconocimiento.
Todos los adultos del clan (y muchos niños) son luchadores
formidables y expertos en supervivencia. Los Temur veneran la furia de
las bestias salvajes y a menudo montan o luchan junto a felinos dientes
de sable y otros grandes depredadores. El símbolo de su clan es la garra
del dragón, que representa la fuerza y la autosuficiencia.
Yasova superó un desafío ritual para demostrar ser digna del título
de Garradragón. Ahora es el kan de los Temur. Es una chamán poderosa,
experta en invocar las fuerzas elementales de las montañas y en hacer
que la fuerza de sus enemigos se vuelva contra ellos. Yasova siempre va
en compañía de su enorme dientes de sable.
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